El moho es un tipo de hongo microscópico que ayuda a la naturaleza a descomponer la materia orgánica muerta. Tanto el moho como el mildeu son tipos de hongos. Lo que los diferencia es que el moho suele presentar tonos negros, azules, rojos y verdes, mientras que el mildeu es blanco.
Las esporas del moho son invisibles a simple vista y se pueden clasificar en diferentes clases. Algunos tipos de moho cuentan con subproductos beneficiosos, como puedan ser la levadura y la penicilina. Otros, en cambio, viven de los productos alimenticios y de los materiales de construcción que tenemos en el hogar1.
Las esporas del moho son invisibles a simple vista y se pueden clasificar en diferentes clases. Algunos tipos de moho cuentan con subproductos beneficiosos, como puedan ser la levadura y la penicilina. Otros, en cambio, viven de los productos alimenticios y de los materiales de construcción que tenemos en el hogar1.
El moho es importante en nuestros ecosistemas en cuanto a que ayuda a descomponer el material orgánico, pero la presencia de moho en tu hogar podría llegar a provocar daños en tus propiedades y problemas de salud.
El moho es importante en nuestros ecosistemas en cuanto a que ayuda a descomponer el material orgánico, pero la presencia de moho en tu hogar podría llegar a provocar daños en tus propiedades y problemas de salud.
Los hongos producen alérgenos (sustancias que pueden provocar reacciones alérgicas en algunas personas). Inhalar o tocar esporas de moho puede propiciar la aparición de diferentes reacciones corporales, como, por ejemplo, estornudos, secreción nasal, enrojecimiento de los ojos y erupciones cutáneas. La exposición al moho también puede irritar los ojos, la piel, la nariz, la garganta e, incluso, los pulmones2.
Los hongos producen alérgenos (sustancias que pueden provocar reacciones alérgicas en algunas personas). Inhalar o tocar esporas de moho puede propiciar la aparición de diferentes reacciones corporales, como, por ejemplo, estornudos, secreción nasal, enrojecimiento de los ojos y erupciones cutáneas. La exposición al moho también puede irritar los ojos, la piel, la nariz, la garganta e, incluso, los pulmones2.
De acuerdo con los informes de la EPA, de los 21,8 millones de personas diagnosticadas con asma en los Estados Unidos, se estima que, aproximadamente, 4,6 millones de casos sean atribuibles a la exposición a la humedad y al moho en el hogar3.
De hecho, un estudio reveló que el 42 % de los pacientes de asma se percataron de que el moho era el desencadenante de su patología4.
De acuerdo con los informes de la EPA, de los 21,8 millones de personas diagnosticadas con asma en los Estados Unidos, se estima que, aproximadamente, 4,6 millones de casos sean atribuibles a la exposición a la humedad y al moho en el hogar3.
De hecho, un estudio reveló que el 42 % de los pacientes de asma se percataron de que el moho era el desencadenante de su patología4.
Las esporas de moho son como semillas que son invisibles a simple vista. Estas flotan en el aire y se depositan en todas las superficies. Cuando las condiciones de temperatura, humedad y nutrientes disponibles son las correctas, las esporas pueden asentarse en nuevas colonias que pasan a ser visibles5.
El moho necesita humedad para crecer y, por consiguiente, los niveles de humedad de tu hogar son un factor al que deberías prestar atención. El exceso de humedad puede derivar en la aparición de manchas de humedad y moho. Cuando se dan las condiciones adecuadas para ello, el moho puede crecer en cualquier parte de tu hogar y destruir a continuación el material en el que se ha desarrollado. Concretamente, crece a mayor velocidad en ciertos tipos de material, especialmente en la madera, en los textiles y en los materiales a base de celulosa, como son el cartón y el papel.
El moho es una parte natural de nuestro ecosistema. Sin embargo, cuando el crecimiento de moho en el hogar se descontrola, puede llegar a influir en la salud de tu familia y también en el estado de tu hogar. No obstante, no hay dos personas iguales y algunas son más susceptibles de sufrir efectos negativos.
Para evitar estar expuestos al moho, lo mejor es controlar la calidad del aire, en especial la temperatura y la humedad, ya que estos dos factores combinados pueden hacer que aparezca.
El moho crece aumentando la longitud de sus hifas, que adquieren la apariencia de largas cuerdas microscópicas.
De esta forma, una pequeña colonia de moho puede crecer hasta cubrir grandes áreas de superficie. Para crecer, el moho también libera pequeñas esporas que son muy similares a las semillas. Después de liberadas, el aire y el agua las desplaza hasta una nueva ubicación6.
Si las esporas se posan en una superficie húmeda en la que dispongan de nutrientes para alimentarse y de una temperatura favorable7, sus hifas comienzan a crecer. El moho se extiende sobre la superficie y en dirección descendente por el área afectada.
El moho puede confundirse con la suciedad y con otros tipos de decoloraciones. Sin embargo, hay una serie de indicadores que puedes tener en cuenta para identificarlo:
El color del moho se ve influido por la fuente de nutrientes de la que dispone y por el tiempo que ha tenido para crecer. Para cuando se deja ver, el moho ha adquirido ya un color negro o verde.
El moho crece en la mayoría de materiales de construcción, entre los que se incluyen los productos de madera de ingeniería. En dichos tipos de materiales, su aparición se produce en forma lanosa o polvorienta.
En ciertos casos, el moho puede ocultarse. Ello se debe a que puede crecer detrás del papel pintado, de los paneles y del yeso, en cuyo caso no lo verás si no lo buscas. Si sospechas de la existencia de moho en tu hogar, puedes acudir a un profesional para que te ayude a encontrarlo retirando pequeñas partes de paneles, papel pintado, etc.
Si bien muchos laboratorios pueden verificar clínicamente la presencia de moho, hay una serie de pruebas sencillas que podemos hacer en casa para determinar su existencia. La APA sugiere aplicar unas pocas gotas de solución fresca de un 5 % de lejía doméstica en la mancha8.
Normalmente, el moho se vuelve más claro y casi desaparece pasados uno o dos minutos. Si, en cambio, la mancha permanece del mismo color, es probable que sea de suciedad o que responda a otra forma de decoloración.
El crecimiento del moho tiene múltiples variables y responde a un proceso que depende del tiempo y que se ve afectado por los niveles de humedad, por la temperatura y por el material en el que se desarrolla (materiales de construcción, muebles, etc.)9.
El mejor método para prevenir y controlar el crecimiento del moho en interiores es supervisar los niveles de humedad. A fin de cuentas, las esporas del moho no son capaces de crecer sin la presencia de humedad. Para que los niveles de humedad relativa en interiores sean saludables deben estar entre el 30 y el 60 %.
De acuerdo con el Organismo de Protección del Medio Ambiente de los Estados Unidos, la clave para controlar el moho es controlar los niveles de humedad10.
La formación de moho está estrechamente vinculada con la calidad del aire interior. Conocer y comprender los niveles de temperatura y humedad en los espacios interiores nos permite tomar medidas para lograr una ventilación eficaz. Así pues, evitar los excesos de humedad y la condensación en superficies y en los diferentes materiales que forman parte de nuestro hogar es un paso que nos ayudará en gran medida a disminuir la posibilidad de que el moho crezca.
Garantizar una buena ventilación es primordial a la hora de evitar una serie de problemas que pueden amenazar la calidad del aire que respiramos en interiores, entre los que se incluye la aparición del moho. Asegúrate de que la ventilación se distribuya de manera eficaz en todos los espacios de tu hogar11.
Dado que el moho necesita agua y nutrientes para formarse, la limpieza y la eliminación del moho visible es tan solo un primer paso. Lo importante es también solucionar el problema que provocó la formación del moho en primer lugar.
Por ejemplo, si el moho se forma debido a una fuga de agua, deberías asegurarte de, además de retirar el moho, también arreglar la fuga en cuestión. De esta forma podrás prevenir futuros problemas relacionados con el moho. Además, también tendrás que secar las zonas dañadas por el agua de manera inmediata o, en caso de que no sea posible, en las primeras 24-48 horas para evitar que el moho vuelva a crecer12.
El Wave Mini constituye un primer paso ideal hacia una mejor comprensión de los niveles de salubridad y de confort de las habitaciones de tu hogar.
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¡Conecta en línea uno o más detectores de Airthings y accede a los datos de la calidad del aire interior de tu hogar en cualquier momento y desde cualquier lugar!
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